Desde inmemorables tiempos, existe una sabiduría que va más allá de la mente, del espacio, del tiempo y de lo conocido. Esta sabiduría tan antigua, como la creación misma, no puede ser explicada con palabras o imágenes, pues está más allá de nuestra comprehensión. El Akash, sustancia no manifiesta, sin forma, que contiene el Todo de la creación misma; está en constante creación y movimiento, de acuerdo a este ciclo infinito de la vida misma. En él, reside toda la información de todo lo creado desde el inicio de los tiempos. Inúmeras civilizaciones en diferentes planos y orbes habitados, han accedido a él, buscando el acceso a un mundo  infinito de información allí contenida. El acceso al Akasha es ilimitado, para las almas de las esferas más elevadas del amor y de la consciencia; cuanto mayor es el grado de evolución de un alma, mayor es la capacidad de acceder a las informaciones más elevadas y de conectar más allá de las barreras del tiempo y del espacio. Nosotros somos seres multidimensionales, transitando experiencias diversas, como almas en permanente evolución y crecimiento. El Despertar de nuestra conciencia, el rompimiento de los velos y de la ilusión que nos aprisiona, de a poco serán iluminados a la luz del amor y de una conciencia de unidad.